MI OPINION DE BIENVENIDA
Hoy después de tanto tiempo he decidido publicar nuevamente, todo lo relacionado a mis estudios, trabajos, casos, informes relacionados con la promoción, garantía, situación y violaciones de derechos humanos de mi país, Venezuela, y aun cuando no me encuentre en él, mantengo mi interés y doy mi apoyo fraternal, gremial y ciudadano como Defensora de Derechos Humanos.
La Venezuela de hoy, que convive diariamente con la ausencia de la Seguridad Jurídica como principio fundamental del sistema democrático, en mi criterio, es la raíz del problema social, económico, político, cultural que enfrentamos los venezolanos, pues ante la intromisión, el asalto descarado, continuo, vigente y real a la Independencia e Imparcialidad de los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, los Jueces de los Tribunales Ordinarios y Especiales del país, quienes son los representantes de Poder Judicial, y deben gozar de “reconocidad horabilidad” condición que debe ser examinada en el caso de los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, por los Diputados de la Asamblea Nacional, y estos como representantes del pueblo tienen la función de evaluar que sean personas idóneas, con la formación y las calificaciones jurídicas para desempeñar la noble misión de impartir JUSTICIA. Así mismo la Asamblea Nacional, debe someter a publicidad los nombres de los candidato a Magistrados, a fin que las sociedad civil, pueda ejercer el control ciudadano (impugnar).
El sistema democrático nos ofrece un proceso de resguardo para la protección y cumplimiento de las normas constitucionales, existe un control de la constitucionalidad en los procesos, recursos y acciones idóneas contra los actos que conculquen, vulneren los derechos fundamentales.
Ahora bien, cuando la designación de Magistrados y jueces no cumple con las Normas Constitucionales y son relajadas, en custodia de intereses partidistas, para resguardar el poder encriptado de una cúpula política nacional e internacional, podemos ver como resultado, la designación de jueces provisorios, jueces sin la formación de la carrera judicial, los juristas nos enfrentamos con la desgracia de leer sentencias inmotivadas, incongruentes, violatorias total y parcial de los derechos constitucionales y fundamentales, lo que se traduce en mi criterio personal, a la verdadera deshora del Sistema de Justicia Venezolano.
Es alarmante, reconocer y aceptar que los Organismo Internacionales han descrito con expresa exactitud la realidad del Sistema Judicial Venezolano, -obviamente el acceso a la información de los Organismos Internacionales de la situación real del sistema de Justicia, debemos agradecerlo a los Defensores de Humanos, las ONGs, a los periodistas, a los estudiantes- cada uno con sus aportes ha permitido que documentemos la situación alarmante y ultraje del Sistema Judicial Venezolano-.
El informe emanado de la Organización de Estado Americanos, elaborado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, denominado “Situación de los Derechos Humanos en Venezuela”, publicado el 31 de diciembre del 2017, señaló lo siguiente:
“… el Poder Judicial en Venezuela enfrenta un grave problema de falta de independencia que ha sido reiteradamente objeto de pronunciamiento por parte de la CIDH mediante sus distintos mecanismos y ha llevado a que la CIDH incluya en los últimos diez años a Venezuela dentro del capítulo IV de sus informes anuales
. Ha sido también objeto de seguimiento por mecanismos de Naciones Unidas, como muestra que 21 de las recomendaciones realizadas en el segundo ciclo del examen periódico universal (EPU) de Venezuela en diciembre de 2016, sean en torno a acceso a la justicia y en específico, estén en su mayoría relacionadas a la independencia del Poder Judicial
[1]. En similar sentido, el
Índice de Estado de Derecho 2016, elaborado por
World Justice Project, coloca
a Venezuela en el último lugar de un ranking de 113 países, este toma en cuenta como uno de sus factores que el Poder Judicial se encuentre libre de influencia impropia del Gobierno…” ver
https://cidhoea.wixsite.com/venezuela
La situación política actual del país, nos impone una carga social para los próximos diez (10) años de un nuevo Gobierno Democrático, el cumplimiento estricto de la norma constitucional, la obediencia ciudadana a sus derechos políticos, civiles, sociales, culturales, pues no es labor de un gobierno, en mi criterio, es una labor conjunta entre el nuevo Gobierno y los ciudadanos, el tener jueces honorables imparciales e independientes, nos asegurará de tener el Control Constitucional y evitar nuevamente la intervención de los Poderes Públicos entre sí.
El primer acto de contrición que necesita el Venezolano y el mundo, es reconocer que no hemos sido ejemplo de valor patrio en muchas ocasiones, es reconocer, que la comodidad nos llevó a la tragedia que hoy sufrimos todos los venezolanos y los países del mundo, y por ello, debemos re-educarnos en formación ciudadana e inculcar a nuestros hijos el respeto a las Leyes, al respeto a la familia, el respeto al prójimo, en fin dars el valor y respeto a todas personas (niños, adolescentes, mujeres, hombres, personas adultas) de nuestra sociedad.
Me despido, con el corazón palpitando de angustia por cada venezolano y venezolana en el mundo, que tiene en su ADN la esperanza de sanar a nuestra VENEZUELA.
DAMARYS M. RANGEL MATUTE
ABOGADO
DEFENSORA DE DDHH
INVESTIGADORA